Los problemas dentales de los niños crecen en verano
A todos nos gusta irnos de vacaciones. El verano trae descanso, momentos de ocio y diversión, es hora de disfrutar de la familia y dejar que los niños hagan todo lo que no han podido hacer durante el periodo de las clases, pero ¡ojo! también es un periodo de riesgo para su salud dental si descuidamos la higiene oral diaria de los más pequeños de la familia. El incremento de bebidas frías y carbonatadas, el elevado consumo de azúcares y la relajación en los hábitos de higiene son los grandes responsables del deterioro de su salud bucal.
En esta ocasión vamos a pasar lista a los malos hábitos que de forma prolongada adquirimos tanto adultos como niños durante el verano durante todo el verano.
1. Sensibilidad dental
La época estival es la gran enemiga de la sensibilidad dental en los niños debido a los grandes contrastes de temperatura que se producen al tomar alimentos y bebidas muy fríos, a lo que se suma el aumento del consumo de bebidas carbonatadas y su efecto sobre el esmalte. “La principal consecuencia de ello es la aparición de una sensación intensa y dolorosa en los dientes que puede impedir comer con normalidad. Para hacer frente a la sensibilidad dental se recomienda prestar especial atención al cepillado, utilizar una pasta dentífrica especialmente diseñada para dientes sensibles, evitar los grandes contrastes de temperatura en los alimentos y el abuso de bebidas carbonatadas y muy ácidas”.
2. Aumento de la placa bacteriana
El cambio de horarios y hábitos durante las vacaciones repercute a la hora de seguir unos hábitos de higiene dental. Como consecuencia, aumenta el riesgo de acumulación de placa bacteriana que puede empeorar la salud gingival. Además, el cloro de las piscinas es también un factor que puede favorecer el aumento de placa y sarro al estar expuesto a él durante muchas horas a la semana. Con todo, “es fundamental recordar a los más pequeños que el cepillado es algo imprescindible, sobre todo antes de acostarse. Las dos reglas de oro: un mínimo de 2 minutos y enjuague bucal”.
3. Aumento de caries
Las caries no descansan en vacaciones pero sí lo hacen los hábitos de higiene bucal, sobre todo en los niños. “Esta relajación en el cepillado, sumada al abuso de alimentos y refrescos azucarados, se traduce directamente en un mayor riesgo de caries. Para evitarlo, debemos acostumbrar a los más pequeños a llevar siempre un cepillo en la mochila para cuidar su higiene dental después de cada comida”, que debe ser equilibrada y contener vitaminas favorecedoras para nuestra dentadura como la vitamina C.
4. Traumatismos dentales
No podemos olvidar que los traumatismos se duplican durante en el verano por el ritmo de vida de los más pequeños. En ocasiones no podremos evitarlos, pero sí podemos actuar frente ellos comprobando si el diente está correctamente y acudiendo de inmediato al dentista, sobre todo si el diente se ha caído por completo. Si hemos podido recuperarlo, ya sea solo un trozo o el diente entero, es posible que pueda ser reimplantado en la boca del niño.
Todos sabemos que practicar algún tipo de deporte es muy beneficioso para mantener la salud de los niños e incluso para prevenir enfermedades, pero tenemos que saber que existen cierto tipo de actividades deportivas que pueden provocar lesiones en su boca y dientes. Así que, si realizan actividades deportivas que pueden lesionar sus dientes, lo ideal, es que le realicemos un protector bucal o férula deportiva a los niños, visítenos para que se la hagamos y podrá hacer el niño su deporte favorito con total tranquilidad.
Las férulas deportivas o también conocidos como protectores bucales son unas placas que se utilizan para prevenir posibles lesiones en las mucosas de la boca, en los dientes o incluso en la lengua que se pueden producir al practicar actividades deportivas comporten riesgo de traumatismos.
5. El calor, enemigo de la salud bucodental
Aunque indirectamente, el aumento de la temperatura ambiental también repercute en la salud bucodental. El calor, una mayor exposición al sol y el aumento de la actividad deportiva provocan que el organismo de los niños y niñas pierda agua y tenga que realizar cambios con el fin de mantener la hidratación y concentración de sales adecuada. El síntoma más importante de la falta de hidratación es la sequedad bucal. Esto puede dar lugar a un incremento de la densidad salivar, lo que provoca la pérdida de parte de sus propiedades lubricantes. Esto es un problema añadido no sólo en los niños sino sobre todo en personas de edad avanzada ya que su organismo tiene más dificultades para mantener un correcto equilibrio hidrosalino. Por ello, es muy importante mantener la hidratación y concentración de sales adecuada sobre todo en niños y mayores, con una ingesta regular de agua o bebidas sin azúcar, así como un consumo habitual de frutas y verduras. Además, en el caso de que se realicen actividades deportivas, es importante que las bebidas tengan un cierto contenido en sodio”.
No obstante, es recomendable aprovechar la mayor disponibilidad de tiempo libre para realizar esa revisión para la que a veces en invierno no encontramos tiempo, por los exámenes, el trabajo, etc…, y en verano con una simple llamada o un WhatsApp a nuestro teléfono 79783843 o una vivista a nuestro consultorio dental de la calle Ecuador # 871 3er piso oficina 9, casi avda. Oquendo, edificio CEMPRO en Cochabamba lo dejamos solucionado en un momento, les recuerdo que los que vienen a nuestro consultorio no tienen que esperar (su tiempo para nosotros es muy importante y reducimos su tiempo de espera a cero).
Este consejo es de especial importancia cuando se trata de los niños; al terminar sus clases y antes de marchar al campo o a lugares alejados del domicilio, deben revisar su estado bucodental y llevar a cabo los tratamientos que pudieran necesitar.
Saludos…